No tengo hijos, pero tengo muchos amigos con hijos y otros muchos que son maestros de escuela. La pelea está servida!
Según lo que veo a diario, mis amigos, los padres, mandan a sus cachorros a la escuela seguros de que están entregando un ingeniero o una médico; luego, mis otros amigos, los profesores, las pasan canutas en las reuniones con los padres, explicándoles que no, que no hay más cera que la que arde, que (con suerte) esos cachorros “sólo” serán albañiles o enfermeras… Todas ellas profesiones igual de dignas, el problema está en las expectativas que pongamos en nuestros cachorros.
Acabo de volver de Andalucía de un viaje de adiestramiento con caza salvaje, después de 15 días de trabajo en unos terrenos con una densidad excelente de perdiz salvaje. Esta primera tanda de cachorros de perros de caza ha sido una clase de esas que ya no se ven, un grupo que ha tenido un notable general! (si lo hubiese pillado en mis tiempos en la escuela…).
Jóvenes setter que dan la talla
He trabajado con un grupo de jóvenes setter que han dado la talla, han apuntado lo que llevan dentro gracias a los continuados lances vividos, y también han enseñado de qué no serán capaces. Las jornadas de iniciación con caza salvaje son para eso, para demostrar, trabajar y afianzar lo que se trae de casa y, luego, para detectar hasta dónde podrá llegar ese joven perro de caza en un par de temporadas…
Es una satisfacción venir de vuelta después de 15 días de trabajo, llegar a la reunión con los padres, y poder decirles que algunos de sus cachorros han sacado un notable alto, a otros que quizás sean superdotados y a otros que tienen un aprobado justo… pero que todos progresan adecuadamente!
Solo se trata de eso, de tener oportunidades para ver qué tiene cada cachorro-alumno dentro y enseñarle a que lo exteriorice, a que demuestre lo que quiere ser de mayor… médico, albañil, enfermera, ingeniero o parado de larga duración.
Sus cachorros descubren la caza salvaje en cantidad
He venido contento, cansado de las palizas de sol a sol en los terrenos embarrados de Andalucía, pero con la tranquilidad de poder decir a la gran mayoría de los padres que sus cachorros han aprovechado el tiempo, han descubierto caza salvaje en cantidad y han estado atentos en la clase de «caza y pájaros». ¿Qué más se puede pedir a unos jóvenes perros?
Dentro de poco vuelvo a bajar a Andalucía para otros 15 días de entrenamiento con perros jóvenes; ahora mismo firmaba llevar un grupo de escolares como estos últimos…
NOTA: Siempre hay algún padre que no comprende que su hijo no vaya a ser ingeniero, se ofusca con la opinión profesional del profesor y le cambia de escuela. Eso solo lleva a encabronarse, pasar otra tanda de decepciones y mil vueltas más para llegar a la misma conclusión dos años más tarde. Con mucha suerte, albañil. Y lo más seguro, parado de larga duración…