
Recordareís que este año perdí en un trágico accidente a Oreo de L’Echo des Pyrenees…
Entrenando con él una tarde de este invierno perdí contacto visual y al de poco tiempo tampoco el GPS daba señal. En un primer momento pensé cosas raras, se ha despistado, lo han robado…
Empezaba a entrar la noche y no dábamos con él, el GPS seguía sin señal. Linternas y noche cerrada, nada. Son más de las 11 de la noche y me convencen para irnos a casa, a la mañana siguiente volveremos.
Así fue, según amaneció ya estábamos en el monte, nada, sin rastro de Oreo. De repente, me parece oir un beeper, me dicen que me estoy obsesionando… pero sigo oyendo un leve sonido de beeper.
Repasando la zona encontramos un pequeño agujero entre unos brezos, casi tapado, no tenía más de 40 cms de diámetro. De su interior venía el leve sonido del beeper. Oreo, en su entrega infinita al recorrido, había caído en una sima de más de 30 mts… Descorazonador, no respondia a mi llamada, ni un gemido, nada, silencio. No se podía hacer nada. Al día siguiente unos especialistas en escalada descendieron (jugándose el tipo) para corroborar la desgracia y despedir por última vez a Oreo.
Tras mucho tiempo lamentando su perdida, Oreo seguia en mi cabeza y haciendo unos turnos increíbles!!! Lo veía con todo su esplendor e intensidad de trabajo, me acordaba de su progresión durante el tiempo que trabajamos juntos… teníamos que intentar repetir esos caracteres!!!
Es así como ha llegado esta camada entre Zeus Rajkal (padre de Oreo de L’Echo des Pyrenees) x Dendaberri Troya, una camada hecha a capricho. Viendo a estos cachorros, sigo disfrutando de Oreo. Disfrutaré en casa de todos o casi todos, seguramente algún macho saldrá…