Últimamente, veo muchas ofertas de adiestramiento de perros de caza salvaje en… ¡5 días! Me sorprende un montón.
Considero, como todos, que es importantísimo que un perro de caza joven vea el mayor número de caza posible para, de esa manera, valorar sus aptitudes. Pero en esto del adiestramiento de los perros de caza (como en muchas otras cosas de la vida) correr y querer tener resultados rápidos no suele ser sinónimo de éxito.
Llevo muchos años en esto y con los perros jóvenes de caza se dan dos pasitos adelante y uno hacia atrás, es lo normal. Hay ejemplares excepcionales desde muy temprana edad que avanzan rápido, pero, con el resto, no hay más que horas y monte, monte y horas, para poder sacar de ellos todo su potencial.
En 5 días
Y es ahora cuando alucino con algunos gurús que te prometen que en 5 días pondrán en marcha a tu joven perro de caza. Te dicen que llevarán a tu joven setter, pointer, egpaneul ó a tu pastor ovejero (me da igual) a poner en contacto con perdiz salvaje y al de 5 días te devolverán una máquina de cazar.
Lamento decirte que no es posible: la adaptación entre ese perro y adiestrador requerirá de 2-3 días, ponle uno más de viaje como mínimo y… las cuentas no salen! En esto no hay atajos.
Desde hace años viajo a Andalucía, en los meses de enero y febrero, a unas fincas con excelente densidad de perdiz salvaje (otro día podríamos hablar de lo que consideran algunos “salvaje”) y sé, positivamente, que hay un mínimo de días necesarios para que la iniciación con caza salvaje sea verdaderamente eso, ¡clases particulares de caza para perros jóvenes!
15 días para explotar los instintos naturales de caza del perro
Una estancia mínima de 15 días hace que, restados los días de adaptación, el joven perro de caza tenga unos 12 días de trabajo útil para contactar frecuentemente con la caza, asentar conceptos, pulir defectos y explotar sus instintos naturales de caza.
No valen los pensamientos a corto de “como no tendré que separarme muchos días de mi perro…”, “como tampoco será mucho dinero…”. Es posible que estemos desperdiciando el momento idóneo de ese cachorro de cara a su futuro como perro de caza.
No hay atajos
Es cómo si mandamos a nuestro hijo un lunes a la escuela y queremos que nos devuelvan un ingeniero el viernes. En este mundo de los perros de caza, la escuela y el profesor del alumno es el dueño del perro y… luego, se puede mandar al alumno a unas clases particulares, pero que sean decentes y serias.
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